Luego de otra jornada caliente en el mercado, Luis Caputo decidió llamar a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y le dijo: “Hay que decir el monto”.
Para el ministro, era necesario empezar a mostrar el poder de fuego con el que contará el Banco Central (BCRA) en las próximas semanas para respaldar al peso, ya que, pese a que entiende que lo que ocurre no puede considerarse una corrida –”aunque muchos la militan”-, en el Palacio de Hacienda ya preocupaba internamente la dinámica de ventas de reservas, ensanchamiento de la brecha y volatilidad del dólar que se había instalado principalmente por la incertidumbre de lo que ocurriría luego del acuerdo con el FMI..